29.6.12

Pelado y Gordo, volvió Max Payne




Bullet Time. Con esas 2 palabras todo gamer que se precie de serlo debería saber que estamos hablando de la saga Max Payne. Sí, de ese policía resentido con la vida al que todo le sale mal, y que la mejor manera que tiene de hacer terapia es metiéndose sistemáticamente en tiroteos infernales. Tuvieron que pasar nueve (si, NUEVE) años para que Payne volviera a hacer de las suyas. Por suerte, parece que la esencia sigue intacta, a pesar de que Remedy -la desarrolladora original del primer juego- no estuvo involucrado en esta entrega.

¿Qué cambió? Lo primero entra por los ojos, y los gráficos son lo más destacado. Un nivel de detalle increíble en cada uno de los escenarios. Ni hablar de las texturas, sobre todo la de los personajes secundarios. Las animaciones son más fluidas que nunca, y ahora Rockstar, la desarrolladora de Max Payne 3, quiso dejar bien clarito que Max ya se está poniendo viejo. Está gordo, pelado y no tiene la misma velocidad que antes, pero eso no le quita que pueda batallar contra hordas y hordas de enemigos sin que se le mueva un pelo (cuac). Se nota el mimo que le puso la gran R a la versión de PC, ya que además de ser lanzada casi un mes después de sus versiones para PS3 y Xbox 360, es la que mejor se ve. Y, ante la mirada triste del lector hacia su pc porque su batata no lo va a poder correr, la buena noticia es que no necesita una gran máquina para moverse con fluidez. Incluso en un nivel de detalle bajo se puede disfrutar el juego sin inconvenientes. Eso sí, si la máquina te da para correrlo al máximo, andá preparando el babero.

El Max que todos conocimos, totalmente cambiado.

En cuanto a la historia, es quizás su punto más flojo. Max Payne 1 y 2 se caracterizaron por brindar historias cinematográficas dignas del film Noir mas elaborado, narradas mediante cutscenes (los famosos videitos que el gamer casual quiere saltearse para ir directo a los tiros), dibujadas como si de un cómic se tratara. Sin embargo, en Max Payne 3 no hay más dibujitos, eso es cosa del pasado, ahora todo corre con el mismo engine del juego, lo que no es un punto negativo, pero se hace extrañar el estilo de los dos primeros. El argumento se centra en Max diez años después de los hechos del Max Payne 2, retirado, trabajando como seguridad privada para un multimillonario de Brasil y tomando alcohol siempre que puede. Como pasa con todo ricachón, siempre tiene un hijo drogadicto y fiestero, que en una de sus partuzas, es atacado por un grupo comando brasileño que secuestra a su hermana. Y sí, acá también el objetivo es rescatar a la princesa. ¿Qué pito toca Max en todo esto? Como seguridad privada, le asignan la misión de encontrar a la chica. ¿Cómo? A los tiros, como Max mejor sabe hacerlo.

Para eso en Max Payne 3 tenemos a nuestra disposición un arsenal bastante variado. Pistolas, ametralladoras, rifles y escopetas nos van a ser de utilidad para enfrentarnos a medio Brasil, sin olvidarse por supuesto de los painkillers, esas benditas píldoras que nos vienen acompañando desde los 2 primeros juegos y que sirven para curarnos cuando Max recibe algún que otro tiro. Un verdadero acierto por parte de Rockstar en ésta época en que en la mayoría de los juegos para curarse sólo basta con descansar en alguna pared. Y como no podía ser de otra manera vuelve el ingrediente estrella de todos los Max Payne, el Bullet Time. Para los que no hayan jugado a los anteriores se trata de una habilidad del protagonista para ralentizar el tiempo para sus enemigos, permitiéndole disparar normalmente mientras todo a su alrededor se mueve a 2 por hora, el famoso efectito "a lo Matrix", pero claro, para usarlo primero tenemos que embocar un par de tiros, tampoco podía ser todo tan fácil.
"Tenés una basurita en la nariz."


La banda sonora está a la altura de las anteriores entregas, sin ser algo deslumbrante , pero que tampoco decepciona. El tema principal del juego es básicamente el del 2 recauchutado, pero dentro de los tiroteos y durante las cutscenes, la música acompaña más que bien.

En resumen, si te gustaron los dos primeros, éste no te va a defraudar, pero el gusto que queda es agridulce. Volvió Max Payne, pero ya no es el mismo. Cuesta un poco verlo pelado, gordo y arruinado por el alcohol, pero vas a jugar lo que creo yo es uno de los mejores shooters en tercera persona de lo que va del año.

NOTA: 8

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