Bullet Time. Con esas 2 palabras todo
gamer que se precie de serlo debería saber que estamos hablando de
la saga Max Payne. Sí, de ese policía resentido con la vida al que
todo le sale mal, y que la mejor manera que tiene de hacer terapia es metiéndose
sistemáticamente en tiroteos infernales. Tuvieron que pasar nueve
(si, NUEVE) años para que Payne volviera a hacer de las suyas.
Por suerte, parece que la esencia sigue intacta, a pesar de que Remedy -la
desarrolladora original del primer juego- no estuvo involucrado en esta entrega.
¿Qué cambió? Lo primero entra por los
ojos, y los gráficos son lo más destacado. Un nivel de detalle
increíble en cada uno de los escenarios. Ni hablar de las texturas,
sobre todo la de los personajes secundarios. Las animaciones son más
fluidas que nunca, y ahora Rockstar, la desarrolladora de Max Payne
3, quiso dejar bien clarito que Max ya se está poniendo viejo. Está
gordo, pelado y no tiene la misma velocidad que antes, pero eso no le
quita que pueda batallar contra hordas y hordas de enemigos sin que se
le mueva un pelo (cuac). Se nota el mimo que le puso la gran R a la
versión de PC, ya que además de ser lanzada casi un mes después de
sus versiones para PS3 y Xbox 360, es la que mejor se ve. Y, ante la
mirada triste del lector hacia su pc porque su batata no lo va a
poder correr, la buena noticia es que no necesita una gran máquina
para moverse con fluidez. Incluso en un nivel de detalle bajo se
puede disfrutar el juego sin inconvenientes. Eso sí, si la máquina
te da para correrlo al máximo, andá preparando el babero.
|
El Max que todos conocimos, totalmente cambiado. |
En cuanto a la historia, es quizás su
punto más flojo. Max Payne 1 y 2 se caracterizaron por brindar
historias cinematográficas dignas del film Noir mas elaborado,
narradas mediante cutscenes (los
famosos videitos que el gamer casual quiere saltearse para ir directo a los
tiros), dibujadas como si de un cómic se tratara. Sin embargo, en Max
Payne 3 no hay más dibujitos, eso es cosa del pasado, ahora todo
corre con el mismo engine del juego, lo que no es un punto negativo,
pero se hace extrañar el estilo de los dos primeros. El argumento se
centra en Max diez años después de los hechos del Max Payne 2,
retirado, trabajando como seguridad privada para un multimillonario de
Brasil y tomando alcohol siempre que puede. Como pasa con todo
ricachón, siempre tiene un hijo drogadicto y fiestero, que en una de
sus partuzas, es atacado por un grupo comando brasileño que
secuestra a su hermana. Y sí, acá también el objetivo es rescatar a
la princesa. ¿Qué pito toca Max en todo esto? Como seguridad privada,
le asignan la misión de encontrar a la chica. ¿Cómo? A los tiros,
como Max mejor sabe hacerlo.
Para
eso en Max Payne 3 tenemos a nuestra disposición un arsenal bastante
variado. Pistolas, ametralladoras, rifles y escopetas nos van a ser
de utilidad para enfrentarnos a medio Brasil, sin olvidarse por
supuesto de los painkillers,
esas
benditas píldoras que nos vienen acompañando desde los 2 primeros
juegos y que sirven para curarnos cuando Max recibe algún que otro
tiro. Un verdadero acierto por parte de Rockstar en ésta época en
que en la mayoría de los juegos para curarse sólo basta con
descansar en alguna pared. Y como no podía ser de otra manera vuelve
el ingrediente estrella de todos los Max Payne, el Bullet Time. Para
los que no hayan jugado a los anteriores se trata de una habilidad
del protagonista para ralentizar el tiempo para sus enemigos,
permitiéndole disparar normalmente mientras todo a su alrededor se
mueve a 2 por hora, el famoso efectito "a lo Matrix", pero
claro, para usarlo primero tenemos que embocar un par de tiros,
tampoco podía ser todo tan fácil.
|
"Tenés una basurita en la nariz." |
|
|
|
La banda sonora está a la altura de las anteriores entregas, sin ser algo deslumbrante , pero que tampoco decepciona. El tema principal del juego es básicamente el del 2 recauchutado, pero dentro de los tiroteos y durante las cutscenes, la música acompaña más que bien.
En resumen, si te gustaron los dos primeros, éste no te va a defraudar, pero el gusto que queda es agridulce. Volvió Max Payne, pero ya no es el mismo. Cuesta un poco verlo pelado, gordo y arruinado por el alcohol, pero vas a jugar lo que creo yo es uno de los mejores shooters en tercera persona de lo que va del año.
NOTA:
8